La reducción en el financiamiento a los partidos políticos es una tarea que tendría que concretarse el próximo año, para evitar que en los siguientes comicios del diputados federales, los del 2027, prevalezca el despiulfarro de recursos públicos, para campañas de partidos políticos que muy poco interesan a los ciudadanos y mucho menos los representan.
Ciudad de México, 30 de octubre (SinEmbargo).- En el 2025, pese a que no habrá elecciones federales para cargos públicos en los que puedan estar involucrados los seis partidos políticos que conservaron su registro oficial en el país, el financiamiento para esas organizaciones tendrá un incremento de por lo menos 842 millones 993 mil 411 pesos el próximo año.
El aumento en el presupuesto a los partidos políticos representará un 12.75 por ciento con respecto al financiamiento de las actividades ordinarias de esas instituciones en 2024, según estimación formulada en el proyecto de subsidio calculado por la Comisión Temporal de Presupuesto del Instituto Nacional Electoral, dada a conocer el pasado sábado 26 de octubre del 2024.
Este 2024 los partidos políticos gastarán, 10,444 millones de pesos, incluyendo 3 mil 304millones que se les entregaron, especificamente, para el financiamiento de las pasadas campañas electorales. Y para sus gastos ordinarios les fueron proporcionados 6 mil 609 millones de pesos. En 2025, cuando no hay elecciones nacionales en las que tuvieran que involucrarse los partidos políticos, dispondrán de un presupuesto de 7 mil 452 millones de pesos para sus actividades ordinarias.
El cálculo de la Comisión de Presupuesto del Instituto Nacional Electoral (INE) es que Morena recibirá en 2025 un total de 2 mil 584 millones de pesos y será el partido político más rico del país. El que menos beneficiado resultará con el presupuesto del año próximo es el Partido del Trabajo, aliado de Morena, que sin embargo tendrá un muy atractivo subsidio de 732 millones de pesos, según datos citados por el periódico Reforma el sábado 26 de octubre del 2024.
Los números pueden ser engañosos, pues a primera vista parecería que entre 2024 y 2025 hay una disminución en el financiamiento de los partidos políticos, al bajar, en global, de 10 mil 444 millones de pesos a 7 mil 452 millones, sin embargo,no hay que perder de vista que este año hubo una partida extraordinaria de más de 3 mil millones de pesos para el financiamiento de las campañas electorales.
El enorme gasto que se destina para el financiamiento de los partidos políticos provoca mucho malestar entre los ciudadanos. A la mayoría la gente los considera un mal necesario, pues tienen el monopolio del registro de las personas que pretendan participar en la vida pública mediante alguna candidatura a algún cargo de representación popular o puesto ejecutivo en el gobierno.
Por lo mismo, uno de los temas que suscita mayor indignación en la opinión pública es la millonaria cantidad de recursos del erario que año con año son entregados a los partidos políticos nacionales para el sostenimiento de sus estructuras y la obtención del voto. Pero además, contrasta con la enorme cantidad de recursos que reciben los partidos políticos con la muy pobre membresía que oficialmente tiene cada uno de ellos.
Es comprensible entonces que haya despertado mucho interés la iniciativa de reformas constitucionales presentada por el ahora expresidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el pasado 5 de febrero del 2024, para disminuir hasta en un 50 por ciento el financiamiento a los partidos políticos, aunque los términos en los que lo plantea el mandatario son todavía insuficientes para atemperar el abuso en el subsidio que reciben esas organizaciones.
El financiamiento a los partidos políticos debería calcularse con base en el número de votos reales que en conjunto hubiesen logrado esas organizaciones en los comicios inmediatamente anteriores, sobre los votos recibidos en las urnas, sobre el respaldo que realmente les otorgue la ciudadanía, y no sobre el total del Padrón Electoral, pues a las urnas no acude el 100 por ciento de los ciudadanos que tienen o solicitaron una credencial de elector.
En los comicios presidenciales del pasado domingo 2 de junio del 2024 votó el 61.04 por ciento de los ciudadanos inscritos en la Lista Nominal de Electores; acudió a las urnas el 60.95 por ciento en las elecciones de senadores y emitió su sufragio el 60.54 por ciento en los comicios de Diputados Federales.
En la exposición de motivos de la iniciativa enviada por López Obrador a la Cámara de Diputados, y que sigue pendiente, para reducir el financiamiento a los partidos políticos se advierte: “Cuando se introdujo el sistema de financiamiento anual de los partidos, se buscaba detener las transferencias subrepticias de dinero público a favor del partido oficial, principal elemento de inequidad respecto de otras expresiones políticas.
Un sistema de partidos democrático se funda en partidos políticos cuya legitimidad y capacidad de acción política se basan en el apoyo social, producto de sus propuestas programáticas, es decir, de su capacidad de obtener el apoyo ciudadano como única condición viable para el ejercicio del poder”.
Actualmente la Fracción Segunda, inciso a) del Artículo 41 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece: “a).- El financiamiento público para el sostenimiento de sus actividades ordinarias permanentes se fijará anualmente, multiplicando el número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral por el sesenta y cinco por ciento del valor diario de la Unidad de Medida y Actualización…”.
La Unidad de Medida y Actualización vale actualmente $108.57 pesos y el 65 por ciento de una UMA equivale a $70.57 pesos. Con corte al jueves 24 de octubre el Padrón Electoral del país registraba 100 millones 391 mil 413 personas.
Esa misma Fracción Segunda agrega: “b).- El financiamiento público para las actividades tendientes a la obtención del voto durante el año en que se elijan Presidente de la República, senadores y diputados federales, equivaldrá al cincuenta por ciento del financiamiento público que le corresponda a cada partido político por actividades ordinarias en ese mismo año; cuando sólo se elijan diputados federales, equivaldrá al treinta por ciento de dicho financiamiento por actividades ordinarias”.
La reducción en el financiamiento a los partidos políticos es una tarea que tendría que concretarse el próximo año, para evitar que en los siguientes comicios del diputados federales, los del 2027, prevalezca el despilfarro de recursos públicos, para campañas de partidos políticos que muy poco interesan a los ciudadanos y mucho menos los representan.